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La reforma de un palacete renacentista de 1910 ha respetado su arquitectura original, resaltando sus elementos clásicos. Para ello, se han diseñado exprofeso wallpapers con motivos florales, en una gama de colores empolvados y degradados.
Este proyecto es un ejemplo de como la restauración puede preservar el patrimonio histórico sin renunciar a la innovación.
El proyecto
El desarrollo de este espacio ha tenido como objetivo resaltar los elementos clásicos del edificio, como las molduras, columnas y barandillas, llevándolo al diseño contemporáneo.
Para ello, se han utilizado papeles pintados con motivos florales de cuadernos de bordados antiguos. Los diseños, en una gama de colores empolvados y degradados, aportan un toque sereno y elegante al palacete.
En el mobiliario, se ha optado por piezas de diseño contemporáneo, como las butacas Penta, el sofá Levitt o las mesas Burim. Los colores elegidos son suaves y neutros, para crear un ambiente elegante y acogedor.
"Preservar el patrimonio histórico sin renunciar a la innovación"
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El resultado es un espacio que combina la belleza del pasado con la modernidad del presente. El palacete, que ahora alberga un club privado, es un ejemplo de cómo la restauración puede preservar el patrimonio histórico sin renunciar a la innovación.
“Hemos querido respetar la historia y la esencia del edificio. Para ello, hemos utilizado materiales y acabados que realzan sus elementos clásicos, pero también hemos incorporado piezas de diseño contemporáneo para crear un espacio moderno y funcional”. Mar Vera, directora creativa de Welcome Design.